dada el 22 de mayo de 2010 en la Ciudad de México
Bajo el consenso de los pueblos del Abya Yala
1a parte
Desde la esencia de esta tierra de profunda
historia y cobijados con el espíritu de la Gran Tenochtitlan… cuyo
corazón sigue latiendo y con la ayuda de los guardianes de este lugar,
que nos hacen confluir para hablar de nuestras raíces ancestrales….
Bajo
la idea de que a un estado corresponde una nación, los pueblos y
naciones del Abya Yala hemos estado excluidos de los proyectos
económicos, sociales, políticos y culturales que se han ido forjando en
nuestros territorios, pero mantenemos en la resistencia nuestras
culturas, lenguas y valores. Hoy, el modelo neoliberal, nos mantiene en
una situación de exclusión, de explotación económica, de imposición de
un modelo educativo que nos disminuye y discrimina, de una dominación
cultural, social y política en todos los ámbitos de nuestra vida y bajo
una práctica de saqueo y despojo de nuestros recursos naturales, de
migración por causa de la pobreza y falta de trabajo, y de una falta de
reconocimiento pleno de nuestros derechos; por ello, los hombres y
mujeres de las naciones y pueblos indígenas somos extranjeros en
nuestras propias tierras.
Los pueblos Indígenas de América y el
Caribe, hemos venido luchando por el reconocimiento de nuestros derechos
políticos y humanos colectivos, identidad, cosmovisión,
autodeterminación, tierra, territorios así como la administración de
nuestros recursos; esta lucha ha permitido avanzar en el reconocimiento
de un marco jurídico internacional sobre derechos indígenas, siendo uno
de los logros más recientes, la Declaración sobre Derechos de los
Pueblos Indígena de la ONU.
A la mayoría de los gobiernos, no
les interesa el desarrollo de los pueblos indígenas, sino que se coluden
con los intereses de las grandes transnacionales, acondicionando los
marcos jurídicos nacionales para despojar a nuestros pueblos indígenas. Y
actualmente los Estados están festejando el Bicentenario de las
llamadas Independencias de Abya Yala.
Ante esta situación, los
movimientos indígenas del Abya Yala tenemos varios desafíos que debemos
analizar, reflexionar y establecer compromisos de acción, así como
objetivos de corto, mediano y largo plazo para recuperar y ejercer
derechos como la libre determinación y la autonomía, de definición de
líneas alternas de desarrollo y de aportar nuestra experiencia cultural
milenaria a la tarea de refundación de los estados nacionales para
construir los nuevos estados plurinacionales.
Desde el seno de la
Gran Tenochtitlan valoramos y apoyamos las luchas de resistencia y
defensa de las tierras y territorios que se han realizado y se seguirán
haciendo por nuestros pueblos indígenas y afrodescendientes, porque para
nosotros no existe vida, ni cultura ni futuro, sin tierras y
territorios. Y porque debemos mantener la herencia que debemos dejar a
nuestros hijos. Por ello exigimos a los gobiernos de los Estados-Nación
la desmilitarización de nuestros territorios y la derogación de las
actuales leyes agrarias que atentan contra nuestros derechos. Especial
indignación nos causa la privatización de nuestras tierras, la concesión
de proyectos mineros y de explotación privada del agua en nuestros
territorios.
La humanidad, de la que somos parte, vivimos una
enorme crisis mundial: financiera, ambiental, energética, alimentaria,
de salud, de valores y en general hay crisis en todos los estados-nación
que mercantilizan la vida y los bienes de la Pachamama, de la madre
tierra, vulnerando derechos, soberanías y hoy estamos a un paso de la
hecatombe planetaria. Por eso responsabilizamos a los estados
desarrollados por la crisis climática del mundo; por eso pedimos que se
cumpla el protocolo de Kioto y se acepte la propuesta del Buen Vivir.
Con
base en lo anterior y como producto del Encuentro de Pueblos Indígenas
Originarios y afrodescendientes:
Proponemos:
• La
construcción de nuevos proyectos de Estados-Nación, con inclusión de los
pueblos indígenas y afrodescendientes, a través de un proceso de
refundación de los Estados-Nación;
• Una nueva relación de respeto y
de reconocimiento político de los Estados-Naciones con los pueblos
indígenas;
• La construcción de estrategias para el fortalecimiento
del movimiento indígena continental a partir de las bases sociales de
los pueblos, de las condiciones de organización locales y de las
realidades socioculturales de las diferentes naciones existentes.
•
La definición de estrategias para el pleno reconocimiento constitucional
de los derechos de los pueblos indígenas, en cada país, con base en los
instrumentos internacionales existentes;
• Luchar por la
articulación y la unidad de los pueblos y naciones del Abya Yala y
afrodescendientes, a realizar un esfuerzo de acercamiento entre todos
los actores sociales que los componen, como organizaciones indígenas,
autoridades civiles, comunales, tradicionales y ejidales, profesionistas
indígenas, intelectuales y líderes naturales de los pueblos indígenas
de América.
• Construir alianzas con otros sectores que compartimos
la misma problemática y la misma memoria histórica, para comprometernos
en hacer realidad una misma esperanza, la de un mundo mejor para los
pueblos indígenas y no indígenas de la actualidad.
• Generar
condiciones e impulsar los procesos de la libre determinación en el
marco de las autonomías, con o sin reconocimiento legal, bajo el
propósito de garantizar la supervivencia de los Pueblos y Naciones
Indígenas; por tanto
• Participar activamente en la Cumbre Mundial
del cambio climático a realizarse en México y que la voz de los pueblos y
naciones indígenas sean escuchados para salvar la vida del planeta.
Nos
pronunciamos por:
• El reconocimiento y aplicación efectiva del
convenio 169 de la OIT y la Declaración Universal de los Derechos de los
Pueblos Indígenas proclamada por la ONU, por los gobiernos de los
actuales Estados-nación.
• El rechazo a los festejos del Centenario y
Bicentenario al que se le han destinado presupuestos millonarios, ya
que los pueblos indígenas y afrodescendientes no tenemos nada que
celebrar.
• El reconocimiento de los derechos de los pueblos
Afrodescendientes de América y del Caribe y a su contribución cultural a
la vida de nuestros pueblos y estados-nación.
• El respeto pleno a
nuestras ceremonias ancestrales en los lugares sagrados y en los sitios
donde nuestros abuelos expresaron sus adelantos civilizatorios y que hoy
mal llaman zonas arqueológicas.
• Respaldar y hacer nuestros los
Acuerdos de la IV Cumbre Continental de los Pueblos Indígenas de Abya
Yala, celebrada en Puno, Perú, así como la Declaración de los Derechos
de la Madre Tierra, emitida recientemente en Cochabamba, Bolivia.
•
El reconocimiento a la enorme participación y contribución de las
mujeres indígenas en las luchas por la defensa de nuestros derechos.
•
Los jóvenes indígenas ratificamos nuestra responsabilidad de mantener
en alto la bandera de la resistencia indígena continental.
• El
rechazo a la injerencia de partidos políticos, religiones e
instituciones oficiales y privadas que han creado divisionismo y
confrontación entre las comunidades y naciones indígenas.
• El
rechazo a la existencia de toda frontera en los estados-nación del Abya
Yala, porque nuestro territorio no tiene límites.
• El repudio a la
ley SB 10 70 de Arizona EE.UU, por su carácter racista, discriminatorio,
violatorio, antimigrante e inhumano. Los Pueblos Indígenas de Abya
Yala, no somos inmigrantes en nuestro propio continente.
• El
rechazo a los cultivos transgénicos que atentan contra la vida y pedimos
la unidad en la defensa, conservación y reproducción de las semillas
nativas y en especial el Maíz.
• Repudiamos los asesinatos que
realizan los gobiernos de los estados-nación y fuerzas opresoras a
luchadores indígenas, defensores de derechos humanos y periodistas.
Exigimos justicia a los asesinatos de los compañeros Beatriz Alberta
Cariño Trujillo y el observador finlandés Jyri Antero Yaakkoola en la
Caravana por la Paz para romper el cerco en que viven los triquis del
municipio autónomo de San Juan Copala, los recientes asesinatos del
líder triqui Timoteo Alejandro Ramírez y su esposa Cleriberta Castro en
Yosoyuxi, Oax., así como el exterminio de los pueblos indígenas de
Colombia y en especial los asesinatos de los hermanos y hermanas del
pueblo nasa del Cauca Colombia y los de Bagua, Perú.
• Esperamos que
la ley de derechos indígenas para la ciudad de México D. F. sea la base
para la formulación de la futura Constitución de la ciudad capital en
la que se reconozcan los derechos de los pueblos indígenas que viven en
esta gran metrópoli.
• Proclamamos este encuentro como un lazo
vinculante de alianza y articulación de la lucha de los Pueblos
Indígenas, originarios y afrodescendientes de América latina y del
Caribe, con las fuerzas democráticas de México.
¡POR LA
UNIDAD Y AUTONOMÍA DE LOS PUEBLOS DEL ABYA YALA!
¡VIVAN LOS PUEBLOS
DEL ABYA YALA!
Dado en México-Tenochtitlan, el 22 de mayo de
2010.
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